Sufrir una lesión en un accidente automovilístico puede ser una experiencia traumática. En esta eventualidad, las lesiones más comunes son el latigazo cervical, las fracturas de huesos, las lesiones internas, las distensiones cervicales y los esguinces musculares. Su recuperación requiere de una cuidadosa rehabilitación bajo la supervisión de especialistas capacitados o incluso largas estancias en el hospital.
Asimismo, el tiempo que puede tardar recuperándose de sus lesiones va desde unas pocas semanas hasta varios años y algunas pueden ser permanentes o incluso resultar mortales.
Una lesión sufrida en un accidente automovilístico siempre debe tomarse en serio. Lo más importante en todo momento debe ser buscar atención médica inmediata, ya sea en el lugar del incidente o en el hospital y la recomendación es hacerlo dentro de las 24 horas siguientes a lo sucedido.
Sin embargo, recibir atención médica adecuada requiere tiempo y dinero. Por esto es importante conseguir una indemnización por daños y perjuicios, o una compensación monetaria tras un accidente automovilístico. Recuerde que un abogado experto en lesiones personales podrá ayudarlo en este proceso.
La indemnización por daños y perjuicios se concede a la parte perjudicada debido a una serie de factores, como:
Repercusiones duraderas en su forma de vida.
Trauma psicológico.
Daño físico.
Pero, ¿cuáles son los tipos de daños y perjuicios que puede reclamar después de haber sido lesionado en un accidente automovilístico? Expondremos en esta entrada de blog algunos de los daños que usted podría sufrir. Si tiene más preguntas, siempre puede ponerse en contacto con nosotros para tener una consulta gratuita de su caso.
Las dos categorías de daños y perjuicios que puede recibir tras una lesión por accidente automovilístico
Especiales (económicos)
Los daños especiales o económicos, son daños que se pueden medir concretamente, como el dinero perdido por no poder trabajar, los daños a la propiedad o los gastos médicos. Estos tipos de gastos poseen un valor tangible. Estos son, generalmente, más fáciles de probar que los daños no económicos.
Generales (no económicos)
Los daños generales, o no económicos, son más difíciles de cuantificar tras un accidente automovilístico. Estos pueden ser como el dolor y el sufrimiento, la pérdida de compañía, la desfiguración, la pérdida de reputación y la pérdida del disfrute de la vida. Debido a la naturaleza de muchos de estos elementos pueden ser más difíciles de medir, por ende, más difíciles de probar.
Estos daños y perjuicios generales siempre dependerán de la circunstancias del accidente, de la lesión y del alcance del tratamiento médico. Por eso es crucial que busque un abogado experto en lesiones personales para que lleve su caso con el fin de recibir la indemnización que se merece.
Si usted ha sufrido lesiones en un accidente automovilístico, puede tener derecho a reclamar tanto daños especiales como generales para aliviar las circunstancias de su difícil situación.
A continuación hablaremos de los ejemplos de daños generales y especiales:
Gastos médicos
En caso de que vivas un accidente automovilístico, debes tener en cuenta que las lesiones pueden ser leves (como unos cortes y contusiones) o graves (como una discapacidad permanente hasta parálisis). Incluso, algunas lesiones pueden no tener síntomas al principio o necesitar ayuda médica más adelante. Por eso es importante someterse a un examen médico exhaustivo inmediatamente después del incidente si crees haberte lesionado.
Los gastos médicos que surgen durante este tiempo pueden pagarse reclamando una indemnización especial. Según FindLaw.com, se pueden incluir estos gastos médicos derivados de un accidente automovilístico.
Terapia física.
Terapia cognitiva (para lesiones cerebrales).
Gastos de transporte hospitalario en ambulancia.
Consultas con proveedores de atención médica.
Accesorios médicos diversos, como sillas de ruedas o cuellos ortopédicos.
Tratamiento de discapacidad permanente como parálisis o lesión cerebral traumática.
Servicios a domicilio como enfermería.
Después de una lesión por accidente automovilístico, es posible que pases mucho tiempo en las consultas con los médicos, las clínicas de rehabilitación o incluso en el hospital. Estas experiencias pueden ser muy agotadoras físicamente por el dolor y emocionalmente por el trauma psicológico.
Dolor y sufrimiento
Según la Facultad de Derecho de la Universidad de Cornell, “el dolor y el sufrimiento se refieren al malestar físico y a la angustia emocional que son indemnizables como daños no económicos (generales). Se refiere al dolor, la incomodidad, la angustia, las molestias y el trauma emocional que acompañan una lesión”. Dado que el dolor y el sufrimiento son relativos, este tipo de daño se considera no económico porque es más difícil de cuantificar.
El dolor y el sufrimiento se determinan examinando los tipos de lesiones sufridas y la gravedad de las mismas. Tenga presente que un abogado experto en lesiones personales seguramente le ayudará a establecer a qué tiene derecho y el alcance de los daños monetarios que puede recibir.
Según la Universidad de Nueva York, la desfiguración física es un tipo de daño general que entra en la categoría de dolor y sufrimiento. En los accidentes automovilísticos muchas veces las lesiones físicas dejan cicatrices duraderas que pueden afectar el bienestar mental. Además de los efectos físicos perdurables, existe una disminución de la calidad de vida que puede extenderse en el tiempo o ser permanente.
Pérdida de salarios
La pérdida de salarios puede ser agobiante para aquellos que han resultado heridos en un accidente automovilístico; entendiendo que además de los daños causados al vehículo, es posible que su lesión no le permita trabajar. De ser ese el caso, puede llegar a perder ingresos, lo que pondría en peligro su vivienda y podría afectar la capacidad económica para pagar las facturas como:
Servicios públicos.
El seguro.
La alimentación.
Otros gastos familiares.
Por esto la búsqueda de una indemnización económica (o especial) ayudará a compensar los salarios perdidos durante el tiempo de recuperación. Cuando se busca este tipo de compensación, el demandante debe demostrar que la gravedad de sus lesiones le impidieron obtener los salarios que antes ganaba.
Es importante saber que un abogado experto en lesiones personales puede ayudarle en este proceso. Cuanto antes se comunique con él, más rápido podrá conseguir la indemnización que necesita para recuperar su vida.
Pérdida de Sociedad y Compañía
La pérdida de sociedad y compañía, también conocida como Pérdida de Consorcio en el estado de Georgia, es otro tipo de daño monetario que las víctimas pueden reclamar tras una lesión en un accidente automovilístico. En esencia, es la privación de los beneficios que un miembro de la familia tendría si la víctima no hubiera sufrido una lesión en el accidente. En la mayoría de los casos, el cónyuge de la parte lesionada demanda al acusado por este tipo de daños.
Este tipo de daño económico se considera general porque no hay un valor monetario real o establecido al que se pueda asignar a la compañía de un ser querido.
Sufrir una lesión en un accidente automovilístico puede ser una experiencia traumática y que cambia la vida, con un efecto duradero o permanente en la forma de vivirla. Pueden aparecer cambios importantes que las personas se vean obligadas a padecer como resultado de una lesión. Y la relación que tiene con un ser querido no es diferente, por eso es que las víctimas de accidentes tienen derecho a pedir este tipo de indemnización.
En este caso, no solo el demandante debe demostrar el alcance de sus lesiones y la repercusión en su vida sino que el cónyuge también tiene que probar cómo la lesión ha afectado la suya. De acuerdo con FindLaw, los daños por Pérdida de Consorcio no pueden recuperarse si el demandante no obtiene una indemnización por sus lesiones.
Conclusión
Existen diferentes tipos de daños y perjuicios que una víctima puede recibir tras una lesión en un accidente automovilístico. Entre ellos están:
Los generales, que cubren aspectos como el dolor y el sufrimiento, y los cuales son más difíciles de cuantificar, porque, muchas veces, se extienden al ámbito de la salud mental y la angustia.
Los especiales, que tratan de pérdidas monetarias cuantificables, como la pérdida de salarios y los gastos médicos.
Las secuelas de una lesión de accidente automovilístico pueden ser agotadoras, tanto física como mentalmente. Por esto, las víctimas de estos incidentes tienen derecho a recibir la indemnización que necesitan no solo para pagar los gastos existentes y cuantificables, sino también la angustia mental generada por un cambio de vida marcado.
Este momento puede ser difícil, por ende es mejor no equivocarse y minimizar errores. Este es el motivo por el que en Castan & Lecca hacemos lo que hacemos, además que nos enorgullece aprovechar nuestra experiencia para conseguir la indemnización que necesita y merece después de un accidente automovilístico.
Llámenos hoy mismo para una consulta gratuita sobre su caso. Estaremos encantados de escuchar su historia.
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