Después de un accidente es muy probable que ocurra un fenómeno que seguramente usted ha evidenciado por sí mismo: en un principio no tiene dolor, pero unas horas más tarde su cuerpo está lastimado y se le dificulta moverse. Esto es completamente normal y por eso es muy importante que no se tome a la ligera su salud después de una colisión.

Esta es la razón por la que la mayoría de los abogados, incluyendo nuestro equipo en Castan y Lecca, recomendamos hacerse un chequeo con un profesional de la salud en un periodo que no supere las 24 horas, incluso si en un principio no siente dolor.

Muchas veces, los síntomas de una lesión no aparecen hasta horas o días después, por lo que es fundamental realizar un chequeo tan pronto como sea posible. Si bien, algunas lesiones menores pueden no requerir asistencia médica, no se puede descartar la posibilidad de que la lesión sea más grave de lo que parece.

Si aun así, considera minimizar el riesgo que supone un accidente para su salud, le garantizamos que conociendo estos tipos de lesiones será más precavido en un futuro.

Lesiones más comunes

Lesiones en el cuello: los accidentes automovilísticos son una de las principales causas de lesiones en el cuello. Estas pueden ser muy graves y pueden afectar a la columna vertebral y al sistema nervioso. Los síntomas de las lesiones en el cuello pueden incluir dolor intenso, hormigueo o debilidad en las extremidades, dificultad para mover la cabeza o el cuello, y dificultad para respirar o hablar.

Cuando son leves pueden incluir esguinces o distensiones, que generalmente se curan en unos pocos días o semanas con el tratamiento adecuado. Las lesiones graves pueden incluir fracturas, dislocaciones o daños a los nervios, y pueden requerir cirugía y un tratamiento a largo plazo.

Lesiones en el tórax: este tipo de lesiones pueden ser muy graves, ya que pueden afectar a muchos órganos vitales, incluyendo el corazón, los pulmones, el hígado y los riñones. Los síntomas de las lesiones en el tórax pueden incluir dolor intenso, dificultad para respirar, tos con sangre, dolor al tragar, hinchazón o deformidad en el tórax, y piel azulada o pálida.

Una de las lesiones más comunes en el tórax es la fractura de costillas, que ocurre cuando se rompen una o más de las costillas. Estas pueden ser dolorosas y hacer que sea difícil respirar o moverse. Otros tipos incluyen contusiones pulmonares, que son moretones en los pulmones causados por el impacto del choque, y lesiones internas, que pueden incluir daños a los órganos internos como el corazón, los pulmones o el hígado.

Lesiones en las extremidades: este tipo de lesiones pueden incluir fracturas de huesos, esguinces, dislocaciones y daños a los nervios. Las fracturas de huesos pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero las piernas y los brazos son particularmente propensos a las fracturas debido a su exposición durante el impacto. Las fracturas pueden ser simples, cuando el hueso se rompe en un solo lugar, o compuestas, cuando el hueso se rompe a través de la piel.

Los esguinces son lesiones que ocurren cuando se daña el tejido conectivo que rodea las articulaciones. Los esguinces suelen ocurrir en los tobillos, las rodillas y los codos, y pueden ser causados por un movimiento brusco o por una caída. Los síntomas de un esguince pueden incluir dolor, hinchazón y dificultad para mover la articulación. Los esguinces suelen curarse por sí solos en unos pocos días o semanas con el tratamiento adecuado.

Lesiones de la médula espinal: son daños a la columna vertebral que pueden afectar la capacidad del cuerpo para transmitir los impulsos nerviosos. Si se daña la médula espinal, puede haber pérdida de sensibilidad o parálisis en las extremidades, y en algunos casos, puede haber daños a los órganos internos como la vejiga y los intestinos.

Las lesiones de la médula espinal pueden ser leves o graves, y pueden ocurrir en cualquier parte de la columna vertebral. Las lesiones leves pueden incluir esguinces o distensiones, mientras que las lesiones graves pueden incluir fracturas, dislocaciones o daños a los nervios. Algunas de estas lesiones pueden ser permanentes si no se tratan adecuadamente, y pueden requerir tratamientos a largo plazo como terapia física, medicamentos y en algunos casos, cirugía.

Lesiones internas: son daños a los órganos del cuerpo que pueden ser causados por el impacto de un accidente de tráfico. Estas lesiones pueden ser graves y, a veces, mortales, y pueden no ser evidentes inmediatamente después del accidente. Los síntomas de las lesiones internas pueden incluir dolor abdominal, dificultad para respirar, tos con sangre, dolor al tragar, y piel azulada o pálida.

Las lesiones internas pueden afectar a cualquier órgano del cuerpo, incluyendo el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones y el estómago. Algunas lesiones internas pueden requerir cirugía inmediata para reparar los daños y evitar complicaciones a largo plazo. Otros tipos de lesiones internas pueden requerir tratamientos a largo plazo, como medicamentos para controlar el dolor y la inflamación.

Trauma craneal: es un tipo de lesión en la cabeza que puede ser causada por un golpe, una caída o un accidente de tráfico. Sus síntomas pueden incluir dolor de cabeza intenso, mareos, náuseas, vómitos, confusión, somnolencia, alteración del habla o del equilibrio, y pérdida de conciencia. El trauma craneal puede provocar contusiones cerebrales, que son moretones en el cerebro causados por el impacto, y hemorragias internas.

El trauma craneal, en algunos casos, puede ser fatal. También puede provocar discapacidad permanente, parálisis o problemas de memoria o habla.

Daño psicológico: es un tipo de lesión que no se puede ver, pero que puede ser tan grave como las lesiones físicas. Entre sus síntomas se cuentan la ansiedad, depresión, estrés postraumático y trastornos del sueño. Estos síntomas pueden afectar la vida diaria y la calidad de vida de una persona, y pueden requerir tratamiento médico.

Aunque no es el más visible de las consecuencias de uno de estos hechos, el daño psicológico puede ser una consecuencia común, especialmente si el accidente ha sido grave o ha resultado en lesiones físicas o en la muerte de un ser querido.

Los accidentes ocurren todos los días. Si bien muchos son menores y no causan lesiones, otros pueden ser más graves y tener efectos duraderos. Prevenirlos y entender la importancia de hacerse un chequeo médico es fundamental para reaccionar correctamente cuando se enfrente una situación así.

Si se vio involucrado en un accidente y ha sufrido lesiones, no dude en ponerse en contacto con Castan y Lecca. Nuestro equipo de abogados con experiencia trabajando contra las compañías de seguro se esforzará por obtener resultados superiores.

 

 

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