Castan y Lecca

Ser acusado de un delito es perturbador e inquietante. Crea angustia y ansiedad para ti y para quienes te aman, especialmente si este es tu primer encuentro con el sistema legal, la acusación y la posibilidad de un juicio pueden ser traumatizantes. Queremos brindarle una descripción general de sus derechos a lo largo del proceso de defensa y una guía sobre cómo proceder.

Aunque ningún sistema legal es perfecto, la protección de los inocentes es un valor fundamental del gobierno y el sistema judicial de los Estados Unidos. Cuatro de las diez primeras enmiendas (Cuarta,Quinta, Sexta y Octava) se refieren a los derechos de los acusados. El principio de “inocente hasta que se demuestre su culpabilidad más allá de toda duda razonable” se encuentra en el corazón del sistema judicial de los Estados Unidos, a pesar de que este principio fue creado por personas imperfectas. Dicho esto, aquí están los derechos constitucionales de un acusado.

La Cuarta Enmienda lo protege a usted y a su propiedad de ser sometido a un registro e incautaciones sin una orden judicial.

La Quinta Enmienda te da:

  • El conocido “derecho a permanecer en silencio”. Esto básicamente significa que usted no puede ser obligado a hablar o a declarar contra usted mismo. Ya que cualquier cosa que diga podría ser usada en su contra, usted puede elegir no hablar. La enmienda también dice que su silencio o su negativa a hablar no pueden ser utilizados en su contra.
  • Protección de ser juzgado más de una vez en el mismo sistema judicial por el mismo delito. En otras palabras, puede ser juzgado por tribunales federales y estatales ya sea a nivel civil y penal, pero una vez que el caso se cierra en cualquier sistema judicial, no se puede volver a abrir contra usted.

La Sexta Enmienda provee a los demandados varios derechos:

  • El derecho a confrontar testigos en persona. Como acusado, usted puede exigir que los que declaren en su contra estén presentes en el juicio y sean interrogados por el abogado defensor y el jurado.
  • El derecho a un juicio público. Tener un juicio público permite que sus amigos y familiares estén presentes y así crear, en el poder judicial, un procedimiento transparente. También le protege contra tratos judiciales secretos, inflexibles o deshonestos.
  • El derecho a un juicio por jurado. Este derecho garantiza un juicio por jurado para todos los casos que puedan implicar una sentencia de 6 meses o más. Su abogado tiene voz y voto en la selección de los jurados y puede eliminar a los jurados potenciales que podrían estar predispuestos en su contra.
  • El derecho a un juicio rápido. Sin embargo, la Constitución no proporciona un plazo específico. Por lo tanto, los jueces tienen que decidir las limitaciones de tiempo apropiadas en cada caso.
  • El derecho a una representación adecuada. Usted tiene el derecho de contratar a un abogado para que lo defienda, y si no puede contratar a su propio abogado, la corte le proporcionará un abogado para que lo represente.

La Octava Enmienda requiere una fianza razonable, equivalente al alegado delito.

Si se le acusa de un delito, obtener ayuda legal de inmediato es la mejor manera de protegerse. Recomendamos contactar a un abogado de inmediato. Como siempre, si tiene alguna pregunta o inquietud, estamos disponibles para tener una conversación.

(864)761-4141